LO QUE DEBE SABER UN ABOGADO GESTIÓN PREDIAL FRAGMENTOS
TESIS LAUREADA GUILLERMO ERNESTO DURÁN REGALADO, ANÁLISIS ECONÓMICO DE
LOS BIENES BALDÍOS EN COLOMBIA, UNIVERSIDAD DEL ROSARIO, REPOSITORIO,
GESTIÓN PREDIAL
Calabresi y Melamed
(1972) señalan que la titularidad de los derechos se puede asignar en función a
tres criterios: los cuales son explicados por Velasco (2011) de la siguiente
manera:
a) Eficiencia
Económica: Toma en consideración la eficiencia administrativa –minimización
de costos administrativos, bajo el criterio costo beneficio-; el óptimo de
Pareto, es decir, que se busca que la distribución de recursos no pueda ser ya
más perfeccionada en el sentido que un cambio adicional para mejorar la
situación de uno o algunos no sea posible sin desmejorar la de otro u otros, lo
cual genera también una eficiencia asignativa.
b) Criterios
de Distribución: Atiende a la distribución de la riqueza y a la
distribución de ciertos “bienes merecidos”. En cuanto a la distribución de la
riqueza, no cabe duda que todas las sociedades tienen determinadas
preferencias, pero el tema de las preferencias distributivas es sumamente
complejo, pues son muchos los factores que influyen sobre este criterio. Por
ejemplo, si se repartiera a cada habitante de un país una igual suma de dinero,
no pasaría mucho tiempo para que nuevamente se notaran las inequidades en la
riqueza de cada ciudadano, pues no todos tienen las mismas habilidades ni las
mismas preferencias; por lo tanto, alcanzar la igualdad perfecta resulta una
utopía. Por su parte, los bienes
merecidos son aquellos que la sociedad considera como esenciales para la
vida digna del ser humano, y por ese motivo les da la calidad de inalienables;
ejemplos de bienes merecidos son la educación, el vestido, la integridad
corporal, etc.
c) Otros
Criterios de Justicia: Son razones que influyen en la elección que la
sociedad realiza respecto de la titularidad inicial y que no pueden ser
comprendidas en términos de eficiencia y distribución. (Velasco, p. 5)
En Colombia,
particularmente frente a la asignación de derechos de propiedad sobre terrenos
baldíos se ha pretendido por el Estado otorgar la titularidad sobre los
terrenos baldíos a través de criterios de justicia, se busca que la persona que
opte por la titulación sea una persona que ostente la calidad de sujeto de Reforma
Agraria, que tiene en cuenta factores económicos (patrimonio de la persona),
dependencia económica (origen de sus recursos), entre otros que se verán más
adelante. Sin embargo, es importante aclarar que a pesar de que las política de
distribución está enfocada de esta manera las condiciones actuales no permiten
su cumplimento, debido a que la adjudicación se da por el cumplimiento de unas
condiciones, entre ellas la explotación de las 2/3 partes de los predios por un
periodo de 5 años y a solicitud de parte, pero ¿en manos de quién están los
predios que no tienen derechos de propiedad claros?
Como se ha expuesto
a lo largo de este capítulo, prevalece en la tenencia la persona que tenga
mayores capacidades de contrarrestar las externalidades, por lo tanto, los más
fuertes, tanto económica como militarmente.
Esto impide que por
más justicia distributiva que se pretenda implementar el sujeto al que le
debería llegar el derecho le es muy complicado adquirirlo ya que el débil que
ocupa un predio baldío es el más fácil de desplazar ya que no tiene las
herramientas para defenderse por solo tener una mera expectativa frente al
predio, esto también se evidencia en Africa, según Boone (2013), la fragilidad
de los derechos de propiedad en África genera desplazamiento de personas.
Libecap (1993)
tomando como base su estudio en Brasil, en la región del Para, en la Amazonia,
evidencia el tipo de conflictos que se presentan cuando los derechos de
propiedad son inseguros, expone como la ampliación de la colonización trae
consigo conflictos por la tierra, no es lo mismo una tierra a la que se le ha
invertido recursos que una que se encuentra llena de maleza y requiere una
fuerte inversión.
En la medida de que
mejoran las vías de acceso y crecen las demandas de los mercados, la tierra se
va volviendo más apetecida, lo que hace atractiva la explotación de la tierra,
que puede darse de manera intensiva, destructiva y a corto plazo, cuando los
derechos de propiedad son inseguros, o al contrario a largo plazo, con el
cuidado y uso eficiente del predio cuando los derechos de propiedad son
seguros.
En Colombia influye
otro aspecto esencial que ha impedido el crecimiento de la frontera de
explotación económica y es el factor seguridad.
En Colombia los
grupos al margen de la Ley han desarrollado procesos de exclusión natural de
los colonizadores que pretenden llegar a nuevos territorios. Con el fenómeno
del Paramilitarismo sucedió algo muy particular. La guerrilla fue desplazada de
los sitios que regularmente ocupaban pero ese desplazamiento trajo también
consigo el desplazamiento de los campesinos que ocupaban esas zonas. Ver Boone
(2013)
Por ende,
empresarios, multinacionales y demás inversionistas entraron a ocupar esas
tierras, unos de manera legal otros a través de la fuerza e ilegalidades;
haciendo inversiones, mejorando los predios, aun teniendo la certeza de que la
mayoría de los predios eran baldíos o indebidamente apropiados.
Lo que conllevo a
que una vez se dio la desmovilización del Paramilitarismo muchos de los
primeros colonos, campesinos en su mayoría, buscaran la recuperación de sus
predios y esto lo que evidenció fue que la mayoría de los desplazamientos se
efectuaron sobre terrenos en los que los derechos de propiedad no se
encontraban plenamente claros, principalmente sobre terrenos baldíos.
Es posible también identificar algunos procesos claves
de violencia enfocados tanto en aspectos sociales como en aspectos económicos
en el país:
1. Los procesos de expropiación y despojo de la
tierra.
2. Los procesos de inseguridad económica y
desprotección social.
3. Los procesos de no generación o eliminación de
oportunidades laborales.
Estas formas de violencia permiten explicar la
persistencia y agudización del desplazamiento forzado en Colombia para los
últimos 70 años, en los cuales los niveles de homicidios, masacres y atentados
terroristas han variado bastante según Mora, A. (2013).
Es por esto que se
concluye para cerrar este capítulo, que la justicia social distributiva de los
terrenos baldíos en Colombia falla en la falta de protección y seguridad
jurídica que tienen los tenedores de los predios baldíos en nuestro país.
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